Puede parecer una tontería, un simple despiste o un gesto sin importancia, pero si al subirte al coche notas que el retrovisor del lado del conductor está descolocado, sin haberse roto, es importante que no lo ignores y mucho menos si no recuerdas haberlo movido tú o si tu coche estaba bien aparcado. Porque lo cierto es que este pequeño detalle podría ser la señal de que estás a punto de ser víctima de una estafa, además de esas que, aunque ya no son nuevas, siguen funcionando porque mucha gente aún no las conoce. Y sí, lo primero que debes hacer si detectas algo raro en tu retrovisor es llamar a la Policía.
La llamada “estafa del retrovisor” ha vuelto a ganar protagonismo con la llegada del buen tiempo y tras los desplazamientos de Semana Santa, y es que la Policía Nacional ya ha alertado públicamente sobre esta práctica, que afecta especialmente a conductores de coches de alta gama en ciudades como Madrid, Barcelona, Marbella o Ibiza. Y, aunque es una técnica bastante sutil, la verdad es que está tan bien organizada que ha dejado ya decenas de víctimas en los últimos meses.
¿En qué consiste la estafa del retrovisor?
El truco comienza con un simple gesto, en el que un motorista, aparentemente de forma accidental, golpea el retrovisor de tu coche lo justo para que se descoloque, pero sin que llegue a romperse. Este es el primer paso de la estafa y lo habitual es que esto ocurra cuando el vehículo está parado, en un semáforo, en un atasco o justo al salir de un aparcamiento.
La mayoría de conductores, al notar que el retrovisor está torcido, bajan la ventanilla para recolocarlo manualmente, algo que como pasa con mucho de los gestos que hacemos en el coche, es un acto casi reflejo. Y justo en ese momento, mientras tienes el brazo fuera del coche y toda tu atención en el retrovisor, aparece una segunda moto y, en cuestión de segundos, te agarran la muñeca y te quitan el reloj (normalmente uno de alto valor) antes de desaparecer rápidamente entre el tráfico.
Por qué el retrovisor es tan importante en esta estafa
Los ladrones no eligen este elemento del coche al azar. El retrovisor, especialmente el del lado del conductor, es uno de los puntos del vehículo que más usamos y que estamos acostumbrados a ajustar sin pensar, algo de lo que los delincuentes se aprovechan para poder llevar a cabo su robo. Además, lo hacen en lugares donde saben que no vas a poder reaccionar rápidamente, ya que el tráfico parado les da una ventaja de segundos que puede ser más que suficiente.
Por desgracia, todo esto no es un caso aislado. Según datos de la Policía Nacional, el año pasado se detuvo a más de 30 personas por delitos relacionados con esta estafa del retrovisor, muchas de ellas parte de redes organizadas que actúan con una planificación prácticamente milimétrica. En estos casos, los delincuentes estudia las zonas con más tráfico de coches de lujo y aprenden a cómo moverse sin levantar sospechas, lo que si notas algo raro, lo mejor que puedes hacer es mantener la ventanilla subida y evitar cualquier movimiento, algo que además no solo puede evitarte problemas como un robo sino en la propia conducción.
Por desgracia, a pesar de estos consejos, siempre podemos caer en este tipo de trampas, por lo que si hemos sido víctimas de un robo a este estilo (o a cualquier otro), debemos llamar más pronto que tarde a la policía para interponer una denuncia y avisarles de esta situación.