Puede que muchos no lo sepan, pero el salario de los socorristas depende de dónde trabajen, es decir, de si vigilan la seguridad de las personas que acuden a la playa o a la piscina y, aunque en realidad la diferencia entre uno y otro no es abismal, está sí que existe, por lo que si te dedicas a esta profesión, es posible que quieras sopesar esta información antes de decidirte por ejercer en un sitio o en otro.
En este caso, aquellos que trabajan en la costa, suelen tener un salario mayor ya que, aunque lleven a cabo la misma actividad, tienen ciertos pluses derivados de la peligrosidad y de la exigencia que tiene el mar para, por ejemplo, nadar en ese entorno. Según los datos de portales de empleo como Jobted, los socorristas de playa pueden cobrar hasta un 8 % más que sus compañeros de piscina.
En cifras concretas, los socorristas de playa ganan entre 1.200 y 2.000 euros mensuales, dependiendo de la ubicación, la experiencia o incluso el tipo de playa donde trabajen; mientras que los socorristas que prestan servicio en piscinas suelen recibir un sueldo que oscila entre los 1.260 y 1.600 euros, aunque las cifras exactas dependen del tamaño de la instalación, del aforo permitido o del tipo de contrato que hayan firmado.
Socorristas de piscina: categorías y salarios
El convenio colectivo estatal establece varias categorías profesionales que también influyen en el salario de los socorristas, especialmente en el caso de quienes trabajan en piscinas. Por un lado, nos encontramos con el Nivel A, que es el mejor pagado y se corresponde con instalaciones de hasta 1.000 metros cuadrados y un aforo máximo de 500 personas. Estos socorristas pueden llegar a cobrar 1.392,38 euros brutos mensuales, sin contar los pluses.
El siguiente, sería el Nivel B y se corresponde con socorridas que trabajan en piscinas más pequeñas, las cuales son de hasta 500 metros cuadrados y un aforo máximo de 250 personas, percibiendo en este caso unos 1.111,90 euros brutos al mes. Después, nos encontramos con el Nivel C, que se corresponde con quienes trabajan en instalaciones más pequeñas, las cuales cuentan con menos de 300 metros cuadrados y un aforo máximo de 150 personas, siendo que en este caso los socorristas suelen recibir alrededor del SMI.
A pesar de estas cifras, muchos miembros que se dedican a esta profesión denuncian que en la mayoría de ocaciones no se respeta la categoría profesional a la que verdaderamente pertenecen, además de que se les exige realizar tareas ajenas al puesto que desempeñan, como por ejemplo labores de limpieza o de mantenimiento de la piscina.
Qué necesitas para convertirte en socorrista
A veces se piensa que, con nadar bien, ya es suficiente para poder ejercer esta profesión, pero debemos tener en cuenta que se debe contar con formación especializada, ya que estamos hablando de que estas personas se dedican a salvar personas en situaciones de ahogamiento, lesión, etc. En primer lugar, es necesario el título de la ESO y, a partir de ahí, debes realizar un curso homologado de socorrismo acuático, los cuales puedes llevar en instituciones como la Cruz Roja, y que debes contar con natación, rescate, primeros auxilios y prácticas profesionales.
Entre las pruebas físicas que se exigen (porque sí, hay que cumplir unos mínimos simplemente para superar la formación, tal y como pasa con la policía o los bomberos) podemos encontrar con que debes nadar 200 metros en menos de 4 minutos y 15 segundos, o realizar 20 metros en apnea, entre otros ejemplos.
En lugares como Madrid, además, es obligatorio inscribirse en el Registro Profesional de Socorristas para poder ejercer en piscinas, playas e instalaciones acuáticas, aunque algunos centros incluyen esta inscripción en el precio del curso, que ronda entre los 200 y los 400 euros.