A partir del 1 de junio de 2025, acceder a la jubilación anticipada será más fácil para muchas personas que hasta ahora quedaban fuera de esta posibilidad, ya que la Seguridad Social ha confirmado que cambiará por completo los requisitos para quienes tienen reconocida una discapacidad, de forma que se amplía de forma significativa el listado de enfermedades que permitirán adelantar el momento de dejar de trabajar, algo que miles de personas venían reclamando desde hace años.
Hasta ahora, acceder a una jubilación anticipada por discapacidad era complicado, ya que había que demostrar un grado igual o superior al 65 %, o tener un 45 % pero solo si se padecía alguna de las patologías que aparecían en una lista cerrada. A partir de junio, esa lista dejará de ser inamovible y se dará paso a un nuevo sistema que se ajuste mucho más a la realidad de esas personas que, por motivos de salud, no pueden seguir trabajando hasta los 65 o los 67 años.
Veamos en este artículo cuáles son los requisitos para que, a partir de ahora, muchos más puedan retirarse del mercado laboral antes de tiempo y todos los cambios relacionados con este tema.
La jubilación anticipada cambia: un sistema más inclusivo
Este giro en la regulación de la jubilación anticipada viene de la mano del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, y responde a una necesidad largamente reivindicada por entidades como el CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad), que desde hace años reclamaban una mayor sensibilidad con quienes conviven con enfermedades que acortan su esperanza de vida o dificultan seriamente su día a día laboral.
La nueva norma, que se publicará en el Boletín Oficial del Estado el mismo 1 de junio, elimina el listado cerrado de patologías y lo sustituye por un modelo abierto, en el que se podrán incluir nuevas enfermedades a medida que haya evidencias médicas de que afectan a la longevidad o capacidad funcional de quienes las padecen.
Además, se pone en marcha una Comisión Técnica de nueva creación, formada por expertos científicos, representantes del Consejo Nacional de la Discapacidad y personal de la propia Seguridad Social. Su labor será revisar las solicitudes que presenten asociaciones, fundaciones o colectivos médicos, valorando caso por caso si procede incorporar nuevas patologías al sistema que da derecho a una jubilación anticipada.
Qué cambia en la práctica si quieres optar a la jubilación anticipada
El nuevo modelo de jubilación anticipada abre la puerta a miles de personas con enfermedades raras o poco frecuentes, que hasta ahora se veían forzadas a continuar en el mercado laboral pese a no encontrarse en condiciones óptimas. Desde el próximo mes de junio, bastará con acreditar un 45 % de discapacidad y que esta esté vinculada a una enfermedad que justifique un impacto sobre la esperanza de vida, ya que tal y como hemos dicho antes, ya no será obligatorio que dicha enfermedad esté en una lista cerrada.
Todo esto, lo que viene a decir, es que ahora será la propia Seguridad Social la que pueda reconocer situaciones de vulnerabilidad que hasta ahora no se sabían cómo gestionar o en qué categoría ponerlas, algo muy positivo que además ofrece una mayor agilidad en los procedimientos, ya que las entidades interesadas podrán presentar solicitudes formales de revisión sin tener que esperar cambios legislativos que a menudo tardan años en llegar.
Por supuesto, seguirán vigentes los criterios habituales de acceso a la jubilación anticipada: tener cumplida una edad determinada (que podrá variar según el grado de discapacidad), estar afiliado a la Seguridad Social, y haber cotizado un número mínimo de años. Pero lo más relevante es que el camino estará mucho más despejado para quienes, por razones de salud, no pueden prolongar su vida laboral tanto como marca la norma general.