Es una de las prestaciones más importantes que existen en España. Una de las que, literalmente, va a los bolsillos de quienes más lo necesitan. La pensión de orfandad en España es una prestación dada a los hijos de personas fallecidas para proteger su bienestar económico tras la pérdida de sus padres. Algo que, sin duda, nunca es fácil de abordar. Sin embargo, hay ciertos requisitos y límites que determinan hasta cuándo se puede recibir esta ayuda. Una determinación que puede hacer que este derecho se pierda. En 2024, la Seguridad Social ha implementado cambios en las condiciones para mantener esta pensión, y te lo vamos a contar.
¿Quiénes son “aptos” para la pensión de orfandad?
La pensión de orfandad se da a los hijos biológicos o adoptados de una persona fallecida. Para poder optar a esta, el progenitor fallecido debe haber estado afiliado a la Seguridad Social y haber cotizado un mínimo de días o años, dependiendo de la causa del fallecimiento. En casos de accidentes laborales o enfermedades profesionales, no se requiere un mínimo de cotización. Sin embargo, para fallecimientos por enfermedades comunes, el progenitor debe haber cotizado al menos 500 días en los 5 años anteriores. En caso contrario, esa persona no podrá recibir una pensión, al menos de este tipo.
Límite de edad y condiciones de trabajo
Los beneficiarios menores de 21 años pueden recibir la pensión sin restricciones extra. Sin embargo, para aquellos de 21 a 25 años, que esta prestación siga depende de si están estudiando y de sus ingresos laborales. La pensión se mantiene solo si el beneficiario no trabaja o si sus ingresos son inferiores al Salario Mínimo Interprofesional , que en 2024 es de 1.080 euros mensuales. En caso de que los ingresos sean mayores, se pierde. Para los beneficiarios que cumplen 25 años, la pensión se extingue automáticamente, a menos que estén estudiando, en cuyo caso se extiende hasta el inicio del siguiente curso académico.
Excepciones y causas de pérdida de la pensión
Una de las excepciones más comunes para la pérdida de la pensión de orfandad es el inicio de una actividad laboral que supere el SMI. En este caso, la pensión se suspende hasta que los ingresos caigan por debajo de este umbral o hasta que finalice el contrato de trabajo. Además, si el beneficiario alcanza los 25 años y no tiene una discapacidad permanente que le impida trabajar, la pensión también acaba.
La única causa que permite que la persona siga recibiendo la pensión es tener una incapacidad permanente absoluta o gran invalidez. Estos pueden seguir recibiendo la pensión incluso después de los 25 años, siempre que no superen el SMI en caso de trabajar.
Unas medidas polémicas pero necesarias
En 2024, la Seguridad Social ha reforzado la supervisión de las condiciones bajo las cuales se otorgan y mantienen las pensiones de orfandad. Unos cambios que han dado, literalmente, miedo entre algunos beneficiarios, quienes temen perder este apoyo si sus circunstancias cambian, especialmente al alcanzar la mayoría de edad. En cualquier caso, esto no ocurre si no se dan los casos citados.
Como ves, la pensión de orfandad en España es un mecanismo de protección social crucial para los hijos de personas fallecidas, pero está sujeta a criterios de elegibilidad y condiciones de ingresos. Si eso no se cumple, se elimina. Los cambios que se han dado en 2024 reflejan un esfuerzo por mantener la sostenibilidad del sistema de Seguridad Social, algo de lo que, hoy, muchos siguen dudando.