Tener un trabajo no asegura que la situación económica sea buena. En muchas ocasiones, permite vivir al día y en algunos casos con dificultades. Esto ocurre sobre todo en grandes ciudades, donde el precio de la vivienda no para de subir, además de la inflación. Un ejemplo de ello lo encontramos en Madrid y se pudo comprobar cuando el creador de contenido El Ángel Viajero salió por las calles de la capital para conocer la realidad de muchos de sus trabajadores. Así, Alfredo, un jardinero, no dudó en decir que su sueldo “se queda muy cortito” y la cantidad que recibe es de 1.200 euros.
Esta es la realidad que viven muchos trabajadores en Madrid, sobre todo, pero también en otros puntos de España. Todos destacan lo bien que se está en la capital, pero que cada vez cuesta más llegar a fin de mes.
El salario de Alfredo no le alcanza
Alfredo trabaja como jardinero en la Plaza de España, uno de los pulmones verdes de la ciudad y asume que su salario, 1.200 euros, es poco para poder vivir en Madrid. A preguntas de El Ángel Viajero, comentó que no suficiente “porque la calidad de vida está más cara” porque “llevar a cabo los gastos que acarrea el día a día hace que el sueldo se quede muy cortito, la verdad”. Para Alfredo, no solo es el coste de la vivienda, es todo en conjunto: la energía, la comida, el transporte y otros gastos cotidianos que exige vivir en la capital española.
Insostenible el coste de vida
No solo aparece el testimonio de Alfredo, también aparecen otros de ciudadanos que viven en Madrid y tienen otras profesiones y diferentes sueldos, desde los 800 euros al mes a nóminas de 3.000 euros mensuales.
Para Borja, profesor, los 1.500 euros que cobra le permiten llegar a fin de mes de una forma justa y considera que para vivir bien en esta ciudad los ingresos deberían ser de 3.000 euros. Ana, gestora de proyectos, gana entre 1.500-2.000 euros al mes pero para ella “no es suficiente”.
Con hijos las dificultades aumentan
Gilberto, que ya está jubilado, recuerda que cuando trabajaba cobraba entre 3.000 y 4.000 euros, unas cantidades con las que “vivía relajado” pero cuando sus hijos comenzaron a estudiar el gasto era enorme: “Matrículas, vivienda, coche… en esto se te van mucho dinero, recuerda Gilberto.
Para José Carlos, de profesión enfermero, afirma que 2.500 euros sí permiten vivir bien siempre que se comparta piso porque si quieres vivir solo ya es otra historia: “Para salir de fiesta y ahorrar es una cantidad con la que vas justa si el piso es para ti”.
Los peor parados: repartidores
La gente que trabaja como repartidor, en empleos a tiempo parcial o son estudiantes, lo tienen mucho más complicado ya que sus salarios no alcanzan los 1.200 euros y esto hace muy difícil el día a día. La única solución que encuentran los profesionales que se encuentran en esta situación es la de “trabajar más, conseguir otro trabajo”.
En el paseo por Madrid aparece otro protagonista, un profesional que trabaja “en un sitio de arroz valenciano” y gana 800 euros, pero con una jornada de 20 horas a la semana. A pesar de tener un segundo ingreso asegura que “no es suficiente para vivir bien, tienes que tener uno de 800 euros y otro de 1.000 euros”.
En definitiva, para vivir bien en Madrid creen que una persona debería ganar entre 1.700 – 2.000 euros. Ven la cantidad de 2.000 euros como “idónea” y todo lo que esté por debajo ya es un problema.
