Ni bolsa ni nevera: este truco de tu abuela hará que tus plátanos duren mucho más sin madurar de golpe

Los plátanos son una de las elecciones más comunes a la hora de elegir fruta tanto para mayores como para niños, por lo que suelen estar presentes en la cesta de la compra. Pero hay una lucha constante para mantenerlos frescos, algo que en ocasiones parece imposible. En cuanto se pelan o ser cortan, su color oscurece y el producto pierde ese aspecto que lo hace apetecible.

Pero hay un truco sencillo, según la creadora de contenido Amy Cross, que permite conservarlos durante más tiempo sin que se pongan marrones. Se consigue utilizando un simple objeto de cocina, un tarro hermético en el que se meten los plátanos troceados con piel. Así, se conserva su color amarillo durante casi un mes.

Cross, conocida en redes sociales como @amycrosslegacy, comparte consejos prácticos para guardar frutas y verduras frescas. Así, en una de sus publicaciones quiso comprobar qué método funcionaba mejor para conservar los plátanos en buen estado durante más tiempo.

El experimento de los plátanos con o sin piel

Amy, en su reto, utilizó varios plátanos, tanto orgánicos como convencionales, y los preparó de forma diferente: unos los peló por completo y los cortó en trozos grandes, otros los troceó sin retirarles la piel y un tercer grupo los cortó en piezas pequeñas sin cáscara, procediendo después a colocar uno de ellos en tarros de cristal con tapa de rosca y los guardó en un frigorífico.

Su objetivo era el de comprobar si los plátanos cortados podían mantenerse frescos al menos durante las siguientes 12 horas. Con el paso de lo días fue observando que los trozos que estaban guardados con piel dentro de los frascos cerrados seguían conservando un aspecto mucho más fresco de lo habitual.

Casi un mes y los plátanos amarillos

En un segundo vídeo publicado por Amy semanas después, la creadora de contenido mostró el resultado: los plátanos que habían sido troceados con piel y almacenados en tarros herméticos conservaban su color amarillo y apenas presentaban cambios visibles incluso después de 26 días.

Cuando mostró el interior del frasco, Amy explicó que “estos son los plátanos que corté el 13 de marzo y que han estado en el frigorífico durante 26 días. El objetivo era ver si duraban 12 horas, pero ya han pasado 26 días”.

Tras probarlos, la creadora de contenido explicó en los comentarios que el sabor seguía siendo bueno aunque también admitía que resultado extraño comer una fruta que había estado guardada durante tanto tiempo: “Sabía bien, solo tuve que superar el hecho de estar comiendo un plátano de un mes”. Aclaró que no recomienda conservarlos durante semanas, sólo durante “uno o dos días más” de lo habitual si son guardados de la forma correcta.

La opinión de los expertos

La recomendación que dio Amy coincide sólo en parte con algunas pautas de los organismos de seguridad alimentaria. De acuerdo con la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), las frutas cortadas o peladas deben mantenerse refrigeradas a una temperatura igual o inferior a 4ºC y consumirse lo antes posible, ya que su vida útil se reduce de forma considerable una vez que se ha abierto o rota la piel.

En el caso de las piezas grandes, tales como melón, sandía o piña, AESAN deja claro que no deben permanecer más de unas pocas horas a temperatura ambiente antes de ser refrigeradas. Las conservación en tarros herméticos puede hacer que se retrase el oscurecimiento de la fruta, pero no evita su deterioro interno ni garantiza la seguridad alimentaria más allá de las primeras horas.

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