Adiós a las patatas fritas aceitosas: con este truco quedarán perfectas

Si hay algo que gusta a la gran mayoría, por no decir a todos, es un buen plato de patatas fritas bien hechas para acompañar con otros alimentos. Si se pudiera, no es recomendable por razones de salud, más de uno las comería todos los días y no duraría en repetir a la hora de comer y la de cenar. Pero hay que reconocer que no son lo mejor para una dieta equilibrada.

Al igual que con otros productos, la gente se las ingenia para reducir sus efectos negativos y poder consumirlas de manera más frecuente. Se buscan trucos para conseguir que sean menos grasientas. Y una de las formas de conseguirlo es prepararlas en el horno o en la freidora de aire, una herramienta cada vez más presente en las cocinas. No se conseguirá una patata tan crujiente y sabrosa como la que podemos lograr en la sartén, pero seguro que tendrán menos aceite.

Con esta idea, un truco sencillo que han compartido muchos expertos en cocina, se va a poder reducir la cantidad de aceite, el gran inconveniente para muchos, y así se podrá disfrutar, más a menudo, de las patatas fritas sin que nuestra salud se vea tan dañada.

Este es el truco para eliminar grasa de las patatas fritas

El exceso de grasa no es sólo un problema para nuestra salud, también perjudica de manera clara a la textura de la patata y además es un síntoma claro de que la fritura no se ha hecho de la manera correcta. Esto suele darse por dos motivos: el exceso de almidón y la técnica de cocción. Con el truco que comentaremos a continuación se evitarán estos problemas.

Para alcanzar el objetivo, unas patatas fritas mucho más saludables, la única cosa que tenemos que hacer es cortar la patata de forma uniforme y dejarla en agua fría con una cucharada de vinagre durante media hora. Así conseguiremos reducir el almidón y preparar la superficie para que sea más crujiente.

Después de remojarlas durante esos 30 minutos, habrá que secarlas muy bien con papel absorbente. Es un paso clave para evitar salpicaduras y, sobre todo, para que las patatas no absorban más aceite del necesario cuando las fríes.

Más ideas para unas patatas fritas perfectas

El truco anterior no es el único que podemos realizar para disfrutar de unas patatas fritas que no estén bañadas en aceite y, por tanto, mucho más saludables sin tener que utilizar el horno o la sartén. E incluso podemos mejorar la recta, porque se puede usar aceite de oliva virgen extra para darles un sabor único y conseguir un efecto mucho más positivo sobre nuestra salud.

Un error muy habitual a la hora de hacer las patatas fritas es el añadir la sal antes de cocinar la patata, porque con este método quedará muy blanda. Además, se deben freír las patatas en pequeñas tandas para que la temperatura sea estable.

El truco de la doble cocción

Aunque parezca algo muy sencillo, freír patatas no lo es. Pero con una serie de cambios respecto a la forma tradicional de hacerlo se puede conseguir un sabor único:

  • Primera fritura, a baja temperatura. Hay que calentar el aceite a 140º y freír las patatas durante 5-7 minutos. Con esto se cocinará el interior sin dorarlas.
  • Se debe dejar enfriar las patatas unos minutos sobre el papel absorbente.
  • Segunda fritura, a alta temperatura. Se tiene que subir el aceite a 180º y freír de nuevo hasta que estén doradas y crujientes. Esta técnica sella la superficie y evita que absorban más aceite.