Dormir en las noches de verano se ha vuelto una tarea casi imposible debido a mil cosas, como el hecho de tener más horas de luz o los temidos mosquitos con sus zumbidos siempre al lado de nuestra oreja, pero sobre todo por el calor que hace, ya que últimamente las temperaturas no perdonan ni cuando se ha escondido el sol. Es por ello que muchas personas se encuentran con que, durante estos meses, se despiertan continuamente o padecen algo de insomnio y ya no pueden volver a dormirse.
Pero los expertos han señalado algunos trucos que nos pueden ayudar a conciliar el sueño en estos casos y, la verdad, es que no podrían ser más sencillos de llevar a cabo, tal y como explica el psiquiatra Alejandro Martínez, el cual recomienda un gesto tan curioso como efectivo, y es mover los ojos suavemente en cuatro direcciones (arriba, abajo, izquierda y derecha) con los párpados cerrados.
Aunque suene extraño, este movimiento ocular puede ayudarte a recuperar el sueño en mitad de la noche sin necesidad de levantarte. El secreto está en que esta práctica estimula ambos hemisferios cerebrales, favorece la relajación y ayuda a calmar la hiperactividad mental que suele aparecer en las madrugadas calurosas. Inspirada en técnicas como la EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimiento Ocular), utilizada en psicoterapia, la propuesta consiste en un gesto tan pequeño que se convierte en un aliado inesperado contra el insomnio nocturno.
¿Por qué cuesta tanto dormir en las noches de verano?
Lo cierto es que las noches de verano tienen un componente especial que las vuelve complicadas, ya que durante el resto del año, el insomnio puede deberse al estrés, la ansiedad o las preocupaciones cotidianas. Pero en verano, es precisamente el calor el enemigo que no nos permite conciliar el sueño, algo que es casi imposible cuando la habitación supera los 27 grados, algo que en los últimos años es más común o pasa con mayor frecuencia, por lo que a veces tiramos de ventilador o, peor aún, del aire acondicionado.
El problema es que usarlo sin control puede traer efectos poco deseados, tales como la garganta seca, rigidez muscular, mareos al despertar e incluso catarros estivales. A eso hay que sumar el golpe al bolsillo por la factura de la luz. Por eso, muchos buscan alternativas más naturales para sobrevivir a las noches de calor que van desde pijamas de lino o algodón que dejan transpirar la piel, hasta ventiladores que se combinan con una botella congelada delante para refrescar el aire. También funciona la clásica ducha de agua tibia justo antes de meterse en la cama.
Técnicas que ayudan a relajarse
Pero no solo el truco del movimiento ocular funciona, ya que existen otras formas de recuperar la calma en mitad de la noche, siendo una de las más conocidas la respiración diafragmática, que ayuda a bajar el ritmo cardíaco y a centrar la atención en algo distinto a la preocupación de no poder dormir. Pero quizás la técnica que más nos puede llamar la atención es la que utilizan los militares en situaciones extremas, donde aseguran que hasta en un campo de batalla logran quedarse dormidos en menos de dos minutos.
La clave está en relajar progresivamente todo el cuerpo empezando por la cara (frente, ojos, mandíbula y lengua), después los hombros y los brazos, soltando la tensión con una exhalación lenta. Luego se continúa con el pecho y las piernas, como si cada parte del cuerpo quedara “apagada” poco a poco. Mientras tanto, la respiración acompaña el proceso y la mente se vacía de pensamientos, una técnica que, seguro, muchos vamos a probar a partir de esta misma noche.