El Gobierno Europeo no ha dudado en un castigo severo para 15 fabricantes de coches, a los que les impuso una sanción récord de 458 millones de euros por su implicación en un pacto ilegal sobre el reciclaje. Lo curioso de esta multa es que el escándalo fue descubierto gracias a uno de los implicados, Mercedes-Benz. Al exponerlo ante los reguladores europeos, la firma alemana obtuvo total inmunidad, se libró de la cuantiosa multa.
¿En qué consistía el pacto?
De acuerdo con la idea de la Comisión, los fabricantes que estaban implicados en esta trama habían acordado dos prácticas clave. La primera era no pagar a los desmanteladores de vehículos ya que consideraban que el reciclaje ya era un negocio bastante rentable como para encima tener que remunerarlo. Esto lo hicieron mediante una estrategia que denominaron como Coste de Tratamiento Cero.
La segunda práctica consistía en no hacer públicos los datos sobre los porcentajes de reciclabilidad de sus vehículos ni sobre la cantidad de materiales reciclados empleados en la fabricación de coches nuevos. El objetivo no era otro que evitar que esa información generara presión competitiva entre las marcas o expectativas entre los consumidores.
Ambas prácticas iban en contra de la Directiva 2000/53/CE sobre los vehículos fuera de uso. La misma fija que el último propietario debe poder entregar su coche a un desguace sin coste alguno. Si es necesario, son los propios fabricantes los que tiene que asumir este gasto, además de deber informar adecuadamente de los datos de reciclaje y reutilización.
Las multas impuestas por la Unión Europea
La sanción más alta de las que ha puesto la UE ha sido para Volkswagen, con 127,7 millones de euros. Después están Renault-Nissan con 81 millones y Stellantis con cerca de 75 millones. Toyota, BMW, Ford, Hyundai, GM, Suzuki, Mazda y Volvo también aparecen entre los multados, pero con cantidades más bajas, entre 1 y 25 millones de euros.
Además, la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) también fue sancionad con una multa de 500.000 euros. La investigación concluyó que actuó como facilitadora del pacto al haber organizado numerosas reuniones y coordinando los contactos entre los fabricantes que participaron en la trama.
¿Por qué se libra Mercedes-Benz?
A pesar de ser uno de los miembros del acuerdo ilegal, Mercedes-Benz no aparece entre las sancionadas porque fue esta empresa la que acudió a la Comisión Europea en 2019 y activó el programa de clemencia. Relevó la existencia del cártel y aportó pruebas clave para la investigación. De no haberlo hecho, Mercedes-Benz tendría que haber afrontado una sanción de 35 millones de euros.
La Comisión Europea no estuvo sola en la investigación. En todo momento se coordinó con la Autoridad de Competencia del Reino Unido (CMA), que además sumó otras sanciones por un total de 92 millones de euros a los implicados, entre los que se encuentran Ford y Volkswagen.
En un momento complicado
Estas multas no llegan en el mejor momento para el sector automovilístico, que vive días de presión sobre todo por el crecimiento acelerado de China. Esto supone una seria amenaza al equilibrio global. También por las tensiones comerciales con Estados Unidos, que recientemente anunció nuevos aranceles a la importación de vehículos.
Teresa Ribera, comisaria española que lidera los esfuerzos de competencia en la Comisión Europea, lo dejó claro ante los medios: “Hoy hemos tomado medidas firmes contra las empresas que pactaron para impedir la competencia en materia de reciclaje”. Añadió que “estos fabricantes de automóviles se coordinaron durante más de 15 años para evitar pagar por los servicios de reciclaje, acordando no competir entre ellos en la comunicación sobre el grado de reciclabilidad de sus vehículos y optando por guardar silencio sobre los materiales reciclados utilizados en sus coches nuevos”.