A primeros del mes de noviembre, la Comisión Europea presentó un ambicioso plan de acción ferroviario de alta velocidad con el objetivo de crear una red europea más rápida y mejor conectada. Desde Bruselas se emitió una serie de recomendaciones a los gobiernos para agilizar el desarrollo de las conexiones por ferrocarril de alta velocidad entre todas las capitales de la Unión Europea, que debería estar activa como muy tarde en 2040. Así, se pretende que el trayecto entre Lisboa y París, con paso por Madrid, se pueda realizar en apenas nueve horas, mientras que la conexión entre la capital española y la francesa en seis.
Para cumplir con el proyecto en Bruselas creen que será necesario fijar “plazos vinculantes” como máximo en 2027 y eliminar de esta manera “los cuellos de botella transfronterizos” e identificar las opciones de alta velocidad, incluidas las superiores a 250 kilómetros por hora, “cuando sean económicamente viables”.
Madrid – Lisboa, una novedad próxima
Apostolos Tzitzikostas, comisario de Transportes, aseguró que “la conexión Madrid-Lisboa será una realidad en los próximos años” en referencia al acuerdo alcanzado entre los gobiernos de ambos países, bajo la supervisión de Bruselas, para que se pueda viajar entre las dos capitales de la península ibérica en un máximo de cinco horas en 2030 y poder hacerlo en tres en 2034.
“La conexión Madrid-Lisboa será una realidad en los próximos años”, dijo el comisario de Transportes, el conservador griego Apostolos Tzitzikostas, en referencia al acuerdo alcanzado la pasada semana entre los Gobiernos portugués y español, bajo el paraguas de Bruselas, para que se pueda viajar entre las dos capitales de la península Ibérica en un máximo de cinco horas en 2030 y que la alta velocidad permita ya en 2034 hacerlo en tres horas.
Tzitzikostas, sin embargo, advirtió de que para que se cumplan los objetivos de este proyecto y de otros relacionados con la alta velocidad en la Unión Europea es necesario que salga adelante la propuesta del próximo presupuesto continental tal y como fue diseñada por el Ejecutivo comunitario.
Proyectos e inversiones para la conexión España – Francia
El comisario Tzitzikostas también habló de los esfuerzos de su área por desbloquear los cuellos de botella en la frontera entre España y Francia, una zona que visitará pronto junto con los ministros de Transportes de ambos países.
La conexión por alta velocidad entre España y Francia por el corredor Atlántico ya está prevista en la red prioritaria de la Unión Europea, que fija como plazo máximo para cumplir este proyecto el 2030. Pero la decisión, en 2023, del gobierno francés de Macron de aplazar inversiones en las conexiones fronterizas para dar prioridad a las interiores apunta a que habrá un retraso, al menos, hasta 2042.
El comisario indicó que el plan presentado este miércoles incide en la conexión de las capitales como “base” de las interconexiones, pero comentó que Bruselas no se ha olvidado de otras “grandes ciudades” que serán incluidas más adelante, entre ellas Barcelona.
El coste total de esta red de alta velocidad
De acuerdo a los datos que maneja el gobierno europeo, la finalización de la red de alta velocidad de la TEN-T, prevista para 2040, costará cerca de 345.000 millones de euros, mientras que una red más ambiciosa que funciones a velocidades muy altas, por encima de los 250 km/h, podría costar 546.000 millones de euros de aquí a 2050.
Para Tzitzikostas, “el tren será definitivamente el transporte preferido sobre el avión”. Añadió que “será una realidad en 2030” y que espera, el próximo año, presentar una propuesta para que los europeos puedan “reservar y adquirir con un solo clic en su teléfono u ordenador” un único billete transfronterizo y multimodal que les permita cruzar la Unión Europea con diferentes compañías.