Aunque parezca algo tan simple como una cita con el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), hay muchos que ven una oportunidad de negocio, muy jugoso en ocasiones. La dinámica es muy sencilla: los gestores de citas se aprovechan de las flaquezas de las administraciones públicas y de sus sistemas de reservas para acaparar turnos (gratuitos) y luego venderlos. En apenas cinco segundos uno puede encontrar anuncios de gente que se ofrece a buscar y reservar citas para realizar gestiones en el SEPE y luego recibir a cambio un pago que puede ir desde los 10 a los 100 euros.
No se trata de un negocio nuevo al igual que tampoco lo es la situación de la que sacan partido. Se trata de un cúmulo de factores en los que se mezclan los recortes de personal en la Administración, fallos informáticos y la picaresca de gente dispuesta a enriquecerse burlando la ley y mercadeando con un servicio público.
No había citas
Este fenómeno ha sido objeto de informaciones y reportajes en medios de comunicación. Así, uno de ellos aparecía en elDiario.es bajo el titular “No había citas” y en el mismo se relata el caso de una mujer de 35 años que tras quedarse sin trabajo hizo lo más lógico: meterse en la web del SEPE para solicitar la prestación por paro. No tuvo suerte, no encontró citas disponibles ni en su provincia ni en zonas próximas. Lo intentó al día siguiente con idéntico resultado. Así durante varios días: “No había nada de nada”. Así, esta mujer como se consumía el plazo de 15 días hábiles del que disponía para solicitar el paro sin perder tiempo de prestación. Al final logró que la atendieran, pero no gracias a un golpe de suerte. El turno se lo consiguió el contacto de una amiga, un desconocido que por 45 euros le consiguió una cita en 48 horas. Hay quien paga más, incluso 99 euros.
¿Cómo se llega a esta situación?
Esto es posible por varios factores. El primero es consecuencia de las tensiones en la administración. Hace unos meses El País denunciaba las dificultades que están teniendo los ciudadanos para conseguir citas en las oficinas del antiguo INEM, sobre todo en las zonas de costa mediterránea, las islas, Madrid y Barcelona. Esto se explica por el adelgazamiento de la plantilla, la carga de trabajo y los fallos de los que alertado los sindicatos.
Manuel Galdeano, de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios, asegura que “entre 2022 y 2024 hemos tenido 1.412 bajas por jubilaciones. En 2025 hemos perdido a 725 personas”. Así, reconoce que un servicio que deberían prestar 12.000 efectivos lo hacen 7.300.
Otra de las claves es la facilidad con la gestores logran citas cuando el SEPE parece colapsado hay que buscarla en las entrañas del sistema. Aquellas personas que mercadean con turnos tienen sus trucos, como bots y recursos que les permiten automatizar búsquedas y acaparar decenas de citas a diario. Luego solo tienen que publicar sus servicios en redes sociales y chats y esperar a que ciudadanos vulnerables llamen a su puerta.
Cuando esto ocurre y tienen a un usuario desesperado, los gestores de citas solo tienen que anular una de las muchas reservas que han amarrado y solicitar ese hueco de nuevo, en segundos, con los datos personales (nombre y apellidos, DNI, código postal) que previamente les ha facilitado el cliente.
Lo que quizá no sepan los que pagan desesperados es que la web del SEPE permite realizar una presolicitud de prestación de desempleo que evita que los usuarios pierdan días de paro aunque tarden más de dos semanas en lograr una cita presencial.