Si tu WiFi va tan lento que parece ir a paso de tortuga, antes de culpar a la compañía proveedora de internet o incluso al vecino, es mejor que primero revises lo que puede estar pasando dentro de tu propia casa, algo que ya ha confirmado Miguel Ángel Ruiz, un técnico especialista en redes domésticas, el cual explica que el motivo principal por el que la conexión se ve ralentizada no tiene nada que ver con la operadora, sino con que la mayoría de los usuarios ubica el router en lugares que no son precisamente los mejores, ya que pueden llegar a comprometer su alcance y potencia.
Este hecho puede pasar desapercibido para muchos de nosotros, pero lo cierto es que puede hacer que tu WiFi pierda velocidad y estabilidad, ya que según explica Ruiz, eso que casi todos hacemos de esconder el router por motivos estéticos (la verdad es que el cacharro es bastante feo) o colocarlo centro de otros dispositivos electrónicos, puede ser la causa de el problema. Así que no, no tienes que pagar por un ancho de banda más elevado ni tienes que llamar a tu compañía porque esté habiendo una incidencia, sino que es probable que simplemente debas mover el router a un lugar más adecuado para que el internet vuelva a tirar como siempre.
Todos los enemigos invisibles para tu WiFi
El primer paso para optimizar tu WiFi es detectar los objetos cotidianos que afectan la señal, como la televisión, especialmente los modelos inteligentes, ya que estos generan interferencias que bloquean parcialmente las ondas, haciendo que navegar, jugar o ver series se convierta en un infierno por ir a trompicones. Pero nuestra tele no es la única amenaza, ya que microondas, teléfonos inalámbricos, altavoces Bluetooth e, incluso, algunos cargadores pueden actuar como una especie de “vampiros” de señal.
Además, las barreras físicas son bastante importantes, ya que mientras que un tabique de pladur apenas afecta, los muros de carga, el hormigón o los azulejos son los peores enemigos del WiFi. Es por eso que, colocar el router en un mueble cerrado o detrás de cortinas limita el alcance de la señal. La solución a este problema es bastante sencilla, ya que bastará con situarlo en un espacio abierto, elevado y lo más céntrico posible de la vivienda, de tal forma que tu WiFi se distribuya de manera uniforme y llegue con fuerza a todas las habitaciones.
Los secretos de tu router para tener un WiFi lo más eficiente posible
Muchos de nosotros dejamos el router tal cual nos lo han puesto, por lo que a veces nos olvidamos que las antenas no son algo que simplemente esté ahí para decorar, es decir, que podemos moverlas y colocarlas de diferentes formas, haciendo que la señal cubra diferentes planos de la casa y optimizando la conexión al resto de puntos de nuestra vivienda. Así que nada de gastar dinero en repetidores, ponte a mover las antenas de tu router (si las tiene) y ve probando con las diferentes posiciones que tiene a ver cuál es la que mejor te funciona.
Otro aspecto crucial es la saturación de canales, sobre todo en edificios con vecinos cercanos, algo que puedes solucionar accediendo al menú de configuración y eligiendo un canal menos congestionado, lo cual puede hacer que mejore la conexión, se eviten las interferencias y las caídas de velocidad. También puedes, como ya te hemos dicho, colocar el router en un punto lo más central posible en tu vivienda, sobre todo si esta tiene varias plantas, ya que si lo pones en un extremo de la planta baja, se limita la cobertura dejando “zonas muertas”.