La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha movido ficha y, a partir de este 1 de julio, miles de madrileños van a notar que sus bolsillos pesan un poco más gracias a la reforma del impuesto de herencias. Este cambio, publicado en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid, supone elevar la bonificación de este impuesto del 25 % al 50 % para las transmisiones entre hermanos, tíos y sobrinos.
En la práctica, esto significa que el impuesto de herencias en Madrid será mucho más leve para el Grupo III de parentesco, el cual está conformado por hermanos y sobrinos por consanguinidad. Además, Ayuso ha decidido aplicar un 100 % de bonificación para las donaciones de menos de 1.000 euros y eliminar la obligación de pasar por el notario en aquellas donaciones inferiores a 10.000 euros, lo cual simplificaría mucho los procesos además de que se ahorrarán mucho dinero en gastos burocráticos.
El nuevo impuesto de herencias en Madrid será más sencillo y menos costoso
Con esta reforma, la Comunidad de Madrid sigue liderando la rebaja del impuesto de herencias, un impuesto muy cuestionado por buena parte de la sociedad por considerarlo algo injusto y obsoleto. Según la propia Ayuso, su objetivo es equiparar esta región con otros países europeos donde este tipo de impuestos ya se han suprimido o reducido de manera notable. Desde el Ejecutivo autonómico se estima que la medida beneficiará a más de 14.000 ciudadanos en su primer año de vigencia, generando un ahorro global de unos 140 millones de euros anuales, algo muy positivo sobre todo para aquellas familias que no cuentan con grandes patrimonios y que a veces se veían obligadas a renunciar a una herencia debido a los elevados impuestos que deberían abonar.
Se trata de la segunda vez que Ayuso retoca el impuesto de herencias en menos de tres años. Ya en 2022 impulsó una bonificación que pasó del 15 % al 25 % entre hermanos y del 10 % al 25 % entre tíos y sobrinos, por lo que en la práctica, aquellas familias que heredan inmuebles, dinero u otros bienes de un hermano o un tío pagarán ahora solo la mitad de lo que pagaban antes.
Cómo afectan estos cambios a herederos y donaciones
Tal y como ya hemos adelantado al principio de este artículo, junto a la bonificación, la reforma también simplifica el procedimiento de donaciones pequeñas. Desde julio, no será obligatorio presentar escritura pública notarial para aquellas donaciones que no superen los 10.000 euros, haciendo que, por ejemplo, si un padre quiere ayudar a su hijo o un abuelo desea entregar un pequeño capital a un nieto, podrá hacerlo de una forma mucho más rápida y ahorrándose los honorarios notariales y beneficiándose de la bonificación del 100 % si la cantidad es menor de 1.000 euros.
Ayuso defendió esta reforma argumentando que el impuesto de herencias penalizaba de forma injusta el ahorro de toda una vida, especialmente en el caso de familias que habían logrado conservar su vivienda o algunos ahorros para las siguientes generaciones. Para ella, Madrid debe ser un ejemplo de respeto a la autonomía fiscal y a la libertad de transmisión de bienes dentro de la familia, un discurso que forma parte de su estrategia política desde la última campaña electoral de 2023.
En palabras de la propia presidenta, se trata de proteger la economía de las familias y evitar “un doble castigo”, ya que las rentas y patrimonios que pasan de padres a hijos o entre hermanos ya tributaron en su momento a través de otros impuestos.
Aunque por ahora esta bonificación del 50 % afecta principalmente a hermanos, tíos y sobrinos, lo cierto es que el debate sigue abierto, centrándose en si el próximo paso será rebajar también el impuesto de herencias para los herederos más lejanos, los que se corresponden con el Grupo IV y que engloba a primos o personas sin parentesco directo, o incluso eliminarlo totalmente.