El BCE lo hace oficial: el euro digital es una realidad y estas son sus fechas de implementación

Lleva sonando mucho tiempo esta noticia, pero por fin, el Banco Central Europeo ha confirmado que, si todo va según lo previsto, el euro digital será una realidad para los próximos años, buscando con ello ofrecer una versión electrónica de nuestra moneda como un medio de pago público, seguro y accesible para toda la Unión Europea.

El fin es que se pueda usar tanto en tiendas físicas como en plataformas online, aunque lo cierto es que esta noticia ha generado ciertas dudas y expectativas, ya que mientras algunos lo ven como un avance y una modernización del dinero, otros se cuestionan cómo afectará este cambio a la privacidad de las personas, a la gestión de las finanzas y, en general, al día a día de los ciudadanos europeos.

Este anuncio del BCE no solo confirma la existencia del proyecto, sino que también establece un calendario aproximado para su implantación; y es que según los planes oficiales, la fase de preparación concluirá en este mismo mes de octubre de 2025, tras lo cual se definirá el marco legal europeo que regulará su uso. Lo que implica este avance en las fechas es que los primeros pilotos van a poder verse allá por el 2027, mientras que un despliegue completo no será posible hasta el 2028 o, incluso, el 2029.

Qué es el euro digital y cómo esta nueva moneda va a cambiar las transacciones que hacemos

Lo primero que hay que dejar claro es que el euro digital no pretende sustituir al dinero en efectivo, sino que este convivirá junto con los billetes y monedas que guardamos en nuestra cartera, lo que significa que simplemente tendremos otro instrumento de pago a nuestra disposición. Algunas de las ventajas más llamativas que tendrá el euro digital es que podremos hacer transferencias de forma inmediata tal y como pasa con Bizum, además de que podremos recibir pagos por parte de administración directamente a nuestra cartera digital y dispondremos de un saldo offline a través de carteras que serán muy seguras.

Se espera que la mayoría de comercios de la Unión Europea acepten esta nueva forma de pago, exceptuando algunos casos concretos que serán definidos en la normativa que se está preparando para regular el euro digital. Muchos de los defensores de este proyecto lo apoyan en base a que permitirá mayor eficiencia y competencia frente a redes de pago privadas, reduciendo costes y agilizando transacciones, tal y como pasaría, por ejemplo, con los pagos entre particulares, devoluciones de impuestos o cobros de prestaciones, en los cuales se eliminaría la necesidad de depender de intermediarios.

Los argumentos de aquellos que miran con malos ojos al euro digital nos encontramos con el posible aumento del control estatal sobre el dinero electrónico y la necesidad de garantizar la inclusión digital para personas mayores o con dificultades tecnológicas; aunque para estos casos, el BCE ya prevé como solución la de ofrecer tarjetas físicas recargables y soporte adaptado.

Fechas y fases clave de implementación del euro digital

Como es de suponer, este proyecto se organiza por medio de diferentes etapas, siendo que la primera ya está en curso y es la de la fase de preparación, la cual finaliza en este mes de octubre, tal y como hemos adelantado al principio de este artículo. Más adelante, para finales del 2025 y todo el 2026, se prepara el marco legal europeo, es decir, que el Parlamento y el Consejo deberán pactar el Reglamento del euro digital, estableciendo sus obligaciones comerciales, privacidad y condiciones de curso legal. En caso de que todo vaya según lo planeado, se espera que se alcance un acuerdo sobre este tema en los primeros meses de 2026.

Una conseguido todo lo anterior, empezará la fase de despliegue técnico, que incluirá pilotos, aplicaciones móviles, tarjetas recargables y adaptaciones en cajeros y comercios, una etapa que se estima que durará en torno a los dos y tres años, por lo que el uso del euro digital de una forma generalizada no se dará hasta 2028 o 2029.