Adiós a una tradición centenaria: Málaga pone punto final a esta atracción turística que todavía se mantiene en otras ciudades

Si alguna vez has estado en Málaga o perteneces a esta ciudad, es posible que cuando vuelvas a pisar las calles notes algo diferente, y es que se ha puesto fin a una de sus atracciones turísticas más llamativas y que se había establecido casi como una tradición con mucho a sus espaldas. Hablamos, nada más y nada menos, que de los coches de caballos, una forma de ir por la ciudad que es más un reclamo para los que van de visita que una forma real de transporte y que aún se mantiene en otras localidades andaluzas como Sevilla o Córdoba.

Esta decisión ha generado un debate, aunque lo cierto es que ha sido aplaudida por un sector bastante amplio de la ciudadanía y por asociaciones dedicadas al bienestar animal. Y es que más allá de ser un acto simbólico, entran en juego ciertas cuestiones legales y económicas, ya que los titulares de las licencias han sido indemnizados con 125.380,48 euros cada uno, ya que su actividad estaba permitida hasta 2035 según la ordenanza vigente, una compensación que refleja el compromiso del Ayuntamiento de Málaga de cerrar un capítulo histórico sin perjudicar a quienes dependían económicamente de estos servicios, al tiempo que pone el foco en la seguridad y el bienestar animal.

Cómo Málaga se ha deshecho de esta práctica

Durante décadas, el hecho de poder coger un coche tirado por caballos para recorrer los lugares más emblemáticos de Málaga ha funcionado como uno de sus tantos atractivos turísticos, ofreciendo una experiencia que puedes tener, ahora, en unos cuantos sitios contados en España. Pero el crecimiento de la ciudad y, con ello, e aumento del tráfico urbano, este tipo de vehículos comenzaron a generar ciertos problemas relacionados con la seguridad vial y la salubridad, ya sea para los turistas como para los propios animales.

Es por ello que se comenzaron a eliminar de manera progresiva las licencias que se concedían para poder tener y manejar los coches de caballos allá por 2018 y, desde entonces, 30 de ellos fueron objeto de rescate y amortización voluntaria, dejando las 25 restantes hasta la revocación total. Además, el Ayuntamiento ha retirado todas las señales de reserva de plazas para coches de caballos, zonas que ha reconvertido en estacionamientos convencionales a fin de adaptar el espacio a la nueva movilidad y a los derechos de los animales.

Algunos de los factores implicados: el bienestar animal y la modernización urbana

El alcalde Francisco de la Torre ha destacado que Málaga cuenta ahora con múltiples alternativas sostenibles para recorrer la ciudad y que un simple paseo por sus calles puede ofrecer una experiencia tan enriquecedora como la que antes ofrecían los coches de caballos. Por su parte, el Partido Animalista PACMA ha celebrado la decisión, subrayando que la retirada progresiva responde a años de denuncias y propuestas encaminadas a garantizar la salud y seguridad de los caballos, incluyendo mejoras en la alimentación, sombra y limitación de horarios.

Lo cierto es que con esta nueva medida, Málaga también envía un mensaje a otras ciudades en las que esta práctica aún se lleva a cabo, y este va sobre que hay que repensar la forma en la que se viene haciendo el turismo urbano, así como la ética de este y el bienestar de los animales. Gracias a esta nueva medida, la ciudad ha dejado clara la visión que tiene, y es que está priorizando la convivencia de todos, la seguridad de sus gentes y la protección de los animales frente a ciertas tradiciones que son algo cuestionables y que no se ajustan a la realidad actual que se vive en la sociedad.